España opta a regresar a la primera línea de la UE tras el 26-M: «Somos un socio fiable y fuerte»

EMILIO ORDIZ

Almunia

Borrell, Solana, Almunia, Calviño o Guindos. Todos ellos han ocupado en algún momento de la historia de la Unión Europea un puesto de responsabilidad. En cambio, el país lleva años apartado de la primera línea, que engloba las presidencias del Consejo, la Comisión o el Parlamento Europeo. La pregunta que se hacen analistas y expertos es si es el momento para volver a ella. La legislatura que comenzará después del 26-M puede situar a España de nuevo en una posición relevante, pero nada se da por seguro.

«España va a salir reforzada de las elecciones europeas, eso seguro», sentencia Santiago Fisas a 20minutos. El todavía eurodiputado del PP, que se jubila una vez que se disuelva la actual Eurocámara el 2 de julio. «Hay que tener en cuenta que Reino Unido, hasta que se salga si se sale, se queda en una posición marginal y luego Italia tiene problemas internos y algunas tensiones«, añade. Esos componentes pueden provocar que España sea más tenida en cuenta, sobre todo si consigue formar un Ejecutivo estable a largo plazo, toda vez que la última legislatura tuvo una moción de censura y unas elecciones generales anticipadas.

Entre tantas turbulencias y proyecciones de los partidos extremos, España es vista «como un socio fuerte y fiable», en palabras del propio Fisas. Francia, por ejemplo, dice el eurodiputado «tiene el riesgo de que el partido de Le Pen sea primero». Ese ‘peligro’ se puede trasladar a España en el caso del mensaje independentista: «La situación es delicada por el tema de Cataluña, pero hay unión en ese sentido y los independentistas no parece que vayan a salir muy reforzados».

«Nos jugamos que Europa siga siendo como es»

Iratxe García, eurodiputada y número dos en la lista del PSOE para el 26-M considera que «ahora es precipitado hablar de cargos, pero sí puedo asegurar vamos a jugar fuerte«. La delegación socialista española en el Parlamento aspira a sumar más miembros: «Podemos ser la mayoritaria del grupo socialista». En este sentido, quieren dar a España un lugar muy relevante, porque, para García, «nos  jugamos que Europa siga siendo como es, y ahí España será fundamental. Nos estamos jugando el futuro de Europa».

Para ella, esta legislatura «va a definir el proyecto europeo», más allá de conseguir «avances sociales, impulsar el pilar social o mejoras para los jóvenes», el debate se centra «en el modelo» que debe seguir la UE. En este sentido, no quiere aventurarse sobre la presencia de la extrema derecha en el próximo Parlamento Europeo, ni se fia de la escasa representación que obtuvo Vox el 28-A. «Debemos esperar y ver en qué se traduce», esgrime, antes de añadir que «para los que confiamos en Europa un solo eurodiputado de quienes la quieren romper ya es preocupante».

Contrarios a los pactos con la extrema derecha

Lo que une a populares y socialistas es ese rechazo a cualquier tipo de pactos con los populismos. Fisas reconoce que le preocupaba el resultado de Vox en España y aclara que el caso de Andalucía es «distinto» después «de tantos años de Gobierno socialista». El veterano eurodiputado pone el foco sobre la PAC sobre un punto decisivo para España en la próxima legislatura y pone en altura la labor en este sentido de Esther Herranz que ahora «ocupa una posición dudosa en las listas» [va en el puesto 14].

«No se ha valorado lo suficiente el trabajo de eurodiputados que no van en los puestos de salida, y esto vale tanto para el PP como para el PSOE», comenta un Fisas que además cree que el Parlamento Europeo es «un gran desconocido». Para resolver ese déficit, ve necesario apostar por presonas que «sepan muy bien cómo funciona» y eso requiere «experiencia y conocimiento».

De la Eurocámara que se dibuje tras los comicios, Fisas espera que populares y socialistas puedan sumar mayoría, aunque reconoce cierto riesgo de que no sea así. Se aleja de las posiciones situadas en los extremos: «En el Parlamento Europeo en muchas ocasiones la extrema izquierda y la extrema derecha votan lo mismo, por distintas razones, pero lo mismo».

El objetivo de Pedro Sánchez, en connivencia con Borrell, es volver a poner a España en la primera línea. El hecho de haber reclutado para su Gobierno a nombres como Calviño (ex directora general de Presupuestos de la Comisión) o Luis Planas (exembajador de España ante la UE) da a entender las intenciones del presidente (ahora en funciones): quiere tener no solo voto sino también mucha voz en las instituciones tras el 26-M.

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