España mantiene el veto sobre el ‘brexit’: las claves de la tensa negociación con Reino Unido y la UE

EFE

Londres

La reunión extraordinaria de jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea convocada para este domingo para «finalizar y formalizar el acuerdo del ‘brexit» está en el aire si, en las próximas horas, no se logra una solución sobre la exigencia que plantea España sobre Gibraltar.

Estas son las cinco claves para entender las complejas negociaciones:

1. La cumbre del ‘brexit’ ¿en el aire?

Las negociaciones se suceden a todos los niveles en los últimos días, desde las que ha mantenido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la primera ministra británica, Theresa May, a las de los ‘sherpas’ (expertos en legislación y negociación en la UE) en Bruselas.

En las últimas horas se ha especulado con la posibilidad de que Sánchez no asista a la Cumbre del domingo si la UE no atiende las exigencias españolas. La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, no ha querido entrar en esa especulación pero ha señalado que «ya han sido muchos los países que han dicho que, de acudir, lo harían a un encuentro en el que estuvieran las cosas acordadas».

La canciller alemana, Angela Merkel, ha asegurado que solo asistirá si hay acuerdo previo y ha advertido a la primera ministra británica, Theresa May, que no puede establecer términos unilaterales para abandonar la Unión Europea.

También el secretario de Estado para la UE, Luis Marco Aguiriano, sugirió la posibilidad de que no se celebrara la cumbre prevista para el domingo cuando aseguró en el Congreso que Pedro Sánchez estaba dispuesto a vetar el acuerdo en la reunión del domingo, «si es que hay Consejo el domingo».

2. El veto al acuerdo del ‘brexit’

Lo que aprobará el próximo domingo el Consejo Europeo es la declaración política que acompaña al acuerdo entre el Reino Unido y la UE. Es ahí donde España puede ejercer el veto, puesto que la declaración política ha de ser aprobada por unanimidad de los Estados miembros.

Otra cosa es el acuerdo de retirada, que es un tratado internacional, una ley fundamental que formará parte del derecho primario de la UE y que debe ser aprobado por el Consejo de Asuntos Generales de la Unión, que integran los ministros de Exteriores de los Estados miembros.

Es decir, el acuerdo de retirada en sí no se aprobará en el Consejo Europeo del domingo. Lo que verán los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión es la declaración política que lo acompaña.

La declaración política no es jurídicamente vinculante, pero sería muy difícil entender que se aprobara el acuerdo de retirada sin la aprobación de uno de los Estados miembros de la UE, según fuentes de Exteriores.

3. El artículo en discusión: el 184

El artículo 184, el penúltimo de un Acuerdo de Salida de 185 artículos y más de 500 páginas, establece que «la Unión y Reino Unido pondrán su mayor empeño, de buena fe y respetando plenamente sus respectivos ordenamientos jurídicos», para resolver cualquier problema que pueda surgir en su relación futura, «a partir del final del periodo de transición».

La clave de la protesta de España está, precisamente, en lo que no dice el artículo: que, en la relación futura del Reino Unido con la UE, cualquier decisión sobre Gibraltar debe contar con la aprobación de España.

Así, el Gobierno teme que, en un futuro, cualquier asunto relacionado con Gibraltar, incluido el estatus del Peñón, pueda ser negociado por la UE sin precisar el visto bueno previo de España.

En palabras de Aguiriano, este artículo, «desconocido por todos salvo por quien o quienes lo introdujeron casi con alevosía y nocturnidad«, fue descubierto por el equipo del Ministerio de Exteriores la noche del pasado miércoles, y de inmediato hizo saltar todas las alarmas españolas.

4. Las últimas horas de negociación

El Gobierno ha recalcado que su exigencia a la Unión Europea en el acuerdo del ‘brexit’, que cualquier decisión futura sobre Gibraltar deba contar con el visto bueno de España, es «irrenunciable» y confía en que pueda llegar a un acuerdo en el Consejo Europeo del próximo domingo.

El Gobierno está convencido de que no habrá declaración política sin que, antes del domingo, se solucionen sus discrepancias con el articulado del acuerdo de retirada.

Fuentes de Exteriores han subrayado que los ‘sherpas’ del Gobierno están estudiando la última propuesta presentada por Gran Bretaña este viernes por la mañana, que, como ha explicado el propio Aguiriano en Bruselas, es «un compromiso del Gobierno británico, dispuesto, dice, a declarar que la interpretación que vamos a hacer a veintisiete y con la Comisión del artículo 184 (…) la comparten».

5. España no busca culpables sino soluciones

El objetivo de España es que se mantenga el principio que recogían las directrices negociadoras sobre el ‘brexit’ de marzo de 2017: «Después de que el Reino Unido abandone la Unión, ningún acuerdo entre la UE y el Reino Unido podría aplicarse al territorio de Gibraltar sin el acuerdo entre el Reino de España y el Reino Unido».

Es uno de los principios que debían regir la labor del negociador comunitario Michel Barnier.

Hasta ahora, los veintisiete países que seguirán en la UE tras la salida del Reino Unido han logrado mantener la unidad durante las negociaciones, también en lo relativo a Gibraltar.

Pero esa unidad quedó dañada tras la publicación del borrador sobre el acuerdo de retirada, en el que España considera que no se dan suficientes garantías jurídicas de que tendrá la última palabra en cualquier futuro acuerdo con Gibraltar.

Sin embargo, el Gobierno ha evitado dirigir sus críticas hacia la Unión Europea por este giro de última. Sólo quiere —así lo ha dicho la portavoz, Isabel Celaá— «se tome más interés por la posición española en el tema de Gibraltar».

«Eso es lo que queremos: que perciba que somos socios de la UE, socios leales de la UE, que lo sabe y que atienda esta petición de España», ha dicho.

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