Encuentran los cuerpos de diez niños mutilados por brujería en Tanzania

EFE

  • Los niños han sufrido la amputación de órganos vitales, incluidos los sistemas digestivos y reproductivos.

Mapa de Njombe en Tanzania.

Diez niños de entre dos y seis años han sido secuestrados y brutalmente asesinados, durante el último mes, en un nuevo episodio de muertes ligadas a la brujería en Tanzania.

La responsable médica de la región de Njombe, al suroeste del país, Bumi Mwamasave, confirmó el hallazgo de los seis cuerpos, «de los cuales se habían extraído algunos órganos vitales, incluidos los sistemas digestivos y reproductivos», así como la mutilación de orejas y dientes.

Según la doctora, los menores fueron secuestrados de camino al colegio y sus cuerpos mutilados fueron encontrados después de que la policía lanzara una operación de búsqueda en el área, sembrando el temor en la población local.

El gobernador de Njombe, Christopher Ole Sendeka, ordenó el arresto de todos los sanadores brujos y recomendó a los padres de la zona acompañar a sus hijos en todo momento para garantizar su seguridad.

«Los niños ya no están seguros en nuestra sociedad y tenemos que frenar esto lo antes posible», señaló Sendeka.

El ministro de Interior tanzano, Kangi Lugola, ha señalado que ya son dos personas las detenidas por la presunta relación con los asesinatos y están siendo interrogadas.

En Tanzania, la creencia y la práctica de la brujería perviven y son habituales los asesinatos vinculados a esa práctica. La brujería tiene presencia tanto en zonas rurales como en las ciudades y las comunidades suelen condenar a los sospechosos de practicarla a la exclusión social o la expulsión del pueblo.

La mayoría de los asesinados son mujeres, ancianos y niños, y la región más afectada es la zona rural al sur del Lago Victoria. Los herbolarios piden a sus clientes que obtengan estas partes humanas para realizar rituales monetarios.

Las personas albinas son especialmente vulnerables a la violencia derivada de la brujería y, a menudo, partes de su cuerpo acaban en el mercado negro, alimentado por el fetichismo y la superstición.

El Gobierno de Tanzania prohibió la brujería en 2015, ante el temor de que las elecciones generales de ese año desencadenaran una ola de violencia contra personas albinas, a quienes se atribuyen poderes como el de dar ventaja a unos candidatos sobre otros.

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