El Gobierno francés admite posibles errores en la fuga de la cárcel de un delincuente en helicóptero

EFE

Fuga de una cárcel francesa

Francia reconoce que no estuvo acertada en el despliegue para impedir la fuga de Redoine Faid, que escapó este domingo de la cárcel de Reau, en París, y lo hizo en helicóptero.

La ministra de Justicia, Nicole Belloubet, que ayer visitó la prisión y ha encargado un informe para esclarecer los hechos, dijo este lunes que, a la vista de lo sucedido es necesario reconocer «que hubo fallos».

Belloubet reconoció que se tenía conocimiento de que drones habían sobrevolado las instalaciones de Réau en los últimos meses y afirmó que una vez que la misión de la inspección general presente sus conclusiones, se van a remediar «inmediatamente» los problemas que se detecten.

El primer ministro, Edouard Philippe, afirmó en otra entrevista a RTL que se están poniendo «medios excepcionales» para capturar al fugitivo.

«En este momento, las fuerzas del orden están plenamente movilizadas para detener a este individuo» del que «sabemos que es peligroso», señaló Philippe, que insistió en que lo urgente es «la movilización» para encontrarlo. Según los medios, el dispositivo implica a 2.900 policías y gendarmes.

Nada impidió el aterrizaje

Pero más allá de la captura, Philippe dijo que quiere «saber por qué, cómo ocurrió. Y si hay que sacar consecuencias» y establecer responsabilidades, lo hará.

Lo que ha llamado la atención desde el primer momento de la fuga es que no hubiera alambradas que impidieran el aterrizaje de un helicóptero en el patio de honor de esta cárcel inaugurada en 2011, cuando sí existen en los otros patios, los que están habilitados para los paseos de los internos.

Uno de los grandes interrogantes es si el fugitivo contó con complicidades en el interior de la prisión, aparte de los tres hombres que acudieron a liberar a Faïd en el helicóptero que habían secuestrado poco antes junto a su piloto.

Una vez que lo extrajeron de Réau, el helicóptero tomó tierra en Gonesse, a una quincena de kilómetros al norte de París, donde los delincuentes lo incendiaron.

Les esperaba un coche que abandonaron unos kilómetros más lejos, también quemado. La última pista conocida es una imagen de Faïd en una furgoneta Renault Kangoo blanca en el aparcamiento del centro comercial O’Parinor de Aulnay sous Bois, a una decena de kilómetros al norte de la capital.

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