El caso Odebrecht, un macroescándalo de corrupción que salpica a cuatro expresidentes peruanos

ELENA REVILLAS

Detención de Keiko Fujimori

La sombra de la corrupción ha acechado desde hace años a Alan García, especialmente desde que el expresidente peruano —que se ha quitado la vida este miércoles cuando iba a ser detenido— fue acusado corrupción y lavado de incentivos en el llamado caso Odebrecht.

La investigación judicial apunta a que la constructora pagó sobornos en una docena de países latinoamericanos, incluido Perú, y aportó donaciones irregulares a las campañas electorales de candidatos políticos, llegando a sumar una cifra de 800 millones de dólares. Entre otros países afectados, también estaban Angola, Argentina, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú, República Dominicana y Venezuela.

El escándalo de corrupción nació en Brasil. Marcelo Odebrecht, exCEO de la constructora, admitió ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos el pago de 29 millones de dólares en sobornos durante tres gobiernos peruanos, en los que se incluía el de García.

Sobornos para la construcción de un tren

García estaba siendo investigado por presuntos sobornos en un proyecto para la construcción de un tren, del que Odebrecht formaba parte. Las autoridades sospechaban que el exdirigente había recibido más de un millón de dólares del empresario Miguel Atala, detenido precisamente este miércoles junto al exministro de la Producción Luis Nava Guibert, a quien la constructora habría pagado supuestamente 4 millones de dólares a cambio del contrato de la Línea 1 del Metro de Lima.

El fallecido mandatario negó sus relaciones con Marcelo Odebrecht, exCEO de la constructora, a pesar de haberse encontrado documentos que aseguraban que habían mantenido hasta un total de cinco reuniones en el país. Odebrecht admitió que las iniciales de A.G. en su agenda correspondían al expresidente peruano.

El pasado mes de noviembre, García pidió asilo a Uruguay tras refugiarse en su embajada de Lima, pero le fue denegado, al contrario que en los años 90, cuando logró ampararse en Colombia y París de un juicio por presunto enriquecimiento ilícito. El expresidente alegaba ser víctima de una persecución política.

Acusados por el caso ‘Odebrecht’

Pero la trama corrupta no salpicaba solo a García. También se veían afectados otros exdirigentes como Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuzcynski y la líder de la oposición Keiko Fujimori. Humala y su esposa Nadine estuvieron nueve meses en prisión preventiva. Los cuatro expresidentes, además, tenían prohibición de salida del país, pero Toledo logró escapar a EE UU, donde está pendiente de extradición. Hastahoy, los cuatro esperan la resolución judicial.

Fujimori, la líder opositora, se encuentra en prisión desde el pasado 31 de octubre acusada de recibir aportes ilegales de la constructora brasileña para su campaña de 2011. Alberto Fujimori, su padre, se enfrenta a una condena por la violación de derechos humanos y corrupción. Kuczynski logró su indulto a finales de 2017, pero volvió a prisión en enero despues de que la justicia peruana anulara el perdón presidencial.

El 5 de enero de 2017, la Fiscalía logró el primer acuerdo con la empresa para la entrega de un primer adelanto de ganancias ilícitas de alrededor de 9 millones de dólares, además de colaborar con la justicia. Edwin Luyo, exfuncionario del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, fue el primer detenido por los delitos de cohecho pasivo propio y lavado de activos. Además firmó un acuerdo en diciembre del año pasado con el que accedía a cooperar con el Estado peruano y a entregar testimonios para facilitar la investigación del caso, además de abonar una multa por sus acciones.

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