¿Cómo será el rescate de los doce niños atrapados en una cueva de Tailandia?

20MINUTOS.ES / AGENCIAS

• Antes que nada los menores deberán aprender a nadar y a bucear para poder salir de la gruta.
• Doce escolares y su monitor fueron hallados vivos este lunes tras 9 días atrapados en una cueva.
• Dos buzos contactan con ellos: «¿Qué día es hoy? Tenemos hambre».
• GALERÍA: La dura búsqueda, a contrarreloj.

Doce miembros de un equipo de fútbol amateur, todos ellos menores de entre 11 y 16 años, y su entrenador de 25, se encuentran atrapados en una cueva en el norte de Tailadia, donde podrían pasar meses mientras que encuentran un plan para salir. Los equipos de rescate, que se encuentran trazando sus opciones para sacar al grupo de la cueva, han entregado alimentos, agua y material sanitario a los miembros del equipo, que llevan ya diez días atrapados.

Su estado de salud es bueno. Es más, los equipos médicos que lograron contactar con ellos los clasificaron a todos como «verdes» dentro de un abanico que abarca una condición médica roja (mala), amarilla (regular) y verde (buena). Los menores y su entrenador únicamente presentan pequeñas heridas y no corren peligro en el lugar donde están ya que en su interior, la temperatura ronda los 26 grados y hay agua goteando por las paredes, lo que significa que es poco probable que experimenten deshidratación o hipotermia.

¿Pero cuáles son las opciones para sacarlos?

El principal impedimento son los numerosos y estrechos pasadizos inundados a lo largo de la cueva, la cuarta más larga de Tailandia, con unos 10 kilómetros de longitud y frecuentes cambios de nivel. Por tanto, debido a las grandes dificultades que presenta el lugar, antes que nada los niños deberán aprender a nadar y a bucear, porque es la única opción que tienen para salir de la gruta debido a su profundidad. Y cualquier ataque de pánico podría ser fatal tanto para los niños como para los rescatadores.

Los equipos de rescate, mientras tanto, perforan las paredes de la cueva para abrir vías de agua que bajen las inundaciones y han utilizando unas 20 bombas de extracción para reducir el nivel del agua en las partes más anegadas, unas tareas que se han visto dificultadas por el temporal de lluvia que azota la región. Los servicios meteorológicos, no obstante, alertan de la llegada de nuevas fuertes precipitaciones que pueden demorar las tareas de rescate.

Según medios como la BBC o la CNN, un equipo de médicos especialmente entrenado intentará acceder a la cámara donde están los menores para establecer con mayor precisión su estado y tratar las posibles lesiones antes de que se tomen medidas adicionales. Según los buzos, la cámara en la que está el grupo se halla entre 800 metros y un kilómetro debajo de la superficie y a unos cuatro kilómetros de la entrada de la gruta.

«Se encuentran en un espacio relativamente pequeño y esto haría muy difícil cualquier posible intento de perforación como medio de rescate», ha señalado Bill Whitehouse, del Consejo Británico de Rescate de Cavernas, a la BBC. Además, la visibilidad nula debajo del agua dificulta todavía más las labores de los submarinistas profesionales.

La decisión final dependerá del Ejército tailandés y por ahora se decanta por enseñar las naciones básicas de submarinismo a los atrapados, suministrarles algún tipo de artilugio para respirar y sacarles de uno en uno, con varios submarinistas en el camino y pasándoselos en una dinámica de relevos. Es la opción más rápida pero también la más arriesgada.

La cueva de Tham Luang, como se llama el lugar donde están los jóvenes, es la cuarta más larga de toda Tailandia y una de las más difíciles de explorar, con diez kilómetros de cámaras que serpentean y pasadizos estrechos. Un letrero a la entrada del sitio advierte a los visitantes de que no entren en la caverna durante la temporada de lluvias, un consejo al que los componentes de este equipo de fútbol, que estaban familiarizados con el entorno, hicieron caso omiso.

Desde entonces, el rescate de los jóvenes se ha elevado a prioridad nacional y la atención se expandió al mundo en los siguientes días. Unos 1.300 efectivos han participado en las tareas, incluidos expertos de Estados Unidos, China, Japón, Australia y Reino Unido.