12 de octubre, una fiesta con polémica en Latinoamerica

JORGE GARCÍA

Códice de Tlaxcala

El día 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón desembarcaba en la isla de Guanahaní, en el Caribe oriental; este acontecimiento ha sido históricamente considerado el «descubrimiento» de América, y hoy, más de 500 años más tarde, es la Fiesta Nacional de España, precisamente en conmemoración de este hecho.

El Día de la Hispanidad, o Día de la Raza (como se conocía anteriormente en nuestro país) rememora el momento en que, de acuerdo a la ley 18/1987 (que  regula este festejo) España «inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos». No obstante, esta celebración no es exclusiva de España, sino que ha existido a lo largo de la historia en toda América, habitualmente bajo el nombre de Día de la Raza y con una filosofía similar a la española.

En las últimas décadas, sin embargo, se ha generado una agitada controversia en torno a esta fiesta. Por un lado, el concepto de «descubrimiento de América» ha sido puesto en entredicho, ya que en opinión de sus detractores, se puede considerar que América fue descubierta en el momento en que sus primeros pobladores, las culturas que allí se asentaron, llegaron al continente (aproximadamente 14.000 años atrás)

Por otro, si bien la llegada de los europeos a América frecuentemente está vista como un momento de conocimiento e intercambio cultural, también supone el comienzo de la colonización del continente, de una guerra contra los pobladores originales, de la imposición de la religión cristiana sobre las autóctonas y, en gran medida, de una subyugación de los rasgos identitarios de los habitantes originarios frente a aquellos importados de Europa. 

Los detractores de la fiesta, incluso, señalan que fue la llegada de los europeos a América lo que provocó el colapso demográfico que se dio en los pobladores originarios y que acabó con alrededor del 90 % de los habitantes del continente, como señalan autores como H.F. Dobyns, S.F. Cook o W.W. Borak. Entre las causas de este desastre humanitario (a veces descrito como el mayor de la historia) se encontrarían las epidemias llevadas por los conquistadores (contra las que los pueblos indígenas no habían desarrollado defensas biológicas) o, según algunos historiadores, un genocidio sistemático perpetrado por los colonos (cabe señalar, no obstante, que esta hipótesis es muy poco popular entre los académicos).

Es por esto que varios países americanos han ido sustituyendo esta fiesta por otras más acordes con su identidad cultural primitiva. En estos casos, la expansión de la cultura hispánica celebrada en España deja paso al homenaje a la resistencia indígena, a la celebración del multiculturalismo o a la lucha por la independencia de los actuales estados.

Es el caso de Argentina, que en 2010 sustituyó esta celebración por el «Día de la Diversidad Cultural Americana», de Bolivia, que la cambió en 2009 por el «Día de la Descolonización», de Chile, país en el que se celebra el «Día del Encuentro de los Dos Mundos» y varios países más. Incluso, ha habido pasos en España en esta dirección: en 2016, el Ayuntamiento de Madrid colocó la Wipala (bandera multicolor que representa a las culturas indígenas) en la Junta Municipal de Centro y, desde 2017, se celebra en Navarra el Día de la Resistencia Indígena. Los defensores de este cambio de paradigma mantienen que, de esta manera, se puede sustituir una fiesta que muchos podrían considerar ofensiva y eurocéntrica por otra que sea inclusiva y que atienda también a la visión de las etnias y culturas que tantos abusos sufrieron a raíz del acontecimiento recordado.

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