¿Gastar o invertir en capacitación?

Las palabras pueden engañar. La pregunta es si la mente está consciente de lo que estamos pensando en lo más profundo o simplemente confundimos los términos.

Capacitación es un término que indica que estamos adquiriendo conocimientos. Uno de los grandes negocios de la nueva era es venderla. Desde que enviamos a un niño que apenas camina a un lugar donde aprenderá lo sentimos.

Valoramos inmensamente los primeros años de capacitación. Una sala de niños de dos años puede llegar a costar una buena parte del ingreso familiar. No elegimos solo por el buen cuidado que puedan darle al párvulo, sino por lo que nos prometen que aprenderá.

Colegios privados compiten ofreciendo capacitación extra, algún instrumento musical, deportes, horas en extremo, etc. Los jóvenes tienen que aplicarse a fondo para aprender de todo. ¿Qué decir de las universidades? En algunos países empeñan el futuro para salir con un título que les prometa un excelente empleo. Luego vienen las maestrías y especialidades.

• ¿Gastamos o invertimos en capacitación? Aunque no todo lo que he aprendido y aprendo me trae dinero, siempre trato de que el aprendizaje sea de utilidad. Ya sea un curso pagado o algún conocimiento que anden entregando de manera gratuita… lo importante para poner mi tiempo y dinero es que crea que me será útil.

Me dirán que uno nunca sabe si algo le será de utilidad. Pienso que puedo saber si no me será de utilidad. Ahí está la diferencia. Darse cuenta con velocidad si poner nuestro tiempo, dinero, o ambos, en un aprendizaje no será una inversión es para mí lo primordial.

Aprender de historia puede llevarme a un conocimiento general que me satisface. Quizá me ayude a entender a alguna sociedad. O tal vez pueda vender conocimiento más adelante. Pero tratar de aprender, yo, a tocar un instrumento, con mi nula inteligencia musical, es una verdadera pérdida de recursos.

Veo con pena cómo jóvenes dedican años de sus vidas en hacer una carrera o maestría que no les servirá de mucho. Solo para obtener un título que les dé entrada a una entrevista de trabajo de donde quizá no pasen porque no se han preparado para desarrollar el sistema que los llevará a realizar ese trabajo de la mejor manera. Otra capacitación les sería más rentable.

El negocio de la capacitación se ha quedado con demasiado dinero de personas que no le están sacando provecho al conocimiento prometido. Quisiera que cada centavo y minuto colocado en capacitarnos tenga un retorno… monetario o no. Que podamos multiplicarlo para saber que estamos invirtiendo y no gastando.

• ¿Pagamos por conocimiento o por reconocimiento? Aprender algo de utilidad es de gran valía. Muchas veces no se la damos. Un curso de US$ 100 puede reproducir ese monto en la siguiente interacción con un potencial cliente, por ejemplo. ¿Vale la pena apartar dinero para adquirir esa capacitación? Claro, si trabajo en esa área, o pienso trabajar en ella. Ya sé, mejor que esa capacitación es comprar un teléfono inteligente y quejarme de mis bajos ingresos para poder comprar uno mejor o aumentar mi calidad de vida.

Voy a hacer un experimento, le haré un especial de mi curso digital de ventas a ver cuántos se animan a invertir; de 200 dólares lo pondré por unos días a solo 10 dólares siguiendo este enlace: http://bit.ly/ventasestilos10.