Encuentro por un transporte que dé garantías de competitividad

En diciembre de 2016 hubo un fallo judicial histórico. El Tribunal Superior Administrativo (TSA) se pronunció a favor de un recurso de amparo interpuesto por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) para liberar al sector transporte del monopolio que ejercen los sindicatos.

El diálogo es y habrá de ser siempre la principal herramienta para dirimir cualquier conflicto. El Conep volvió a creer en el diálogo y su presidente, Pedro Brache, recibió a Ricardo de los Santos, quien preside la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado). El objetivo es armonizar y mejorar la situación de caos que afecta al sector.

Conversaron sobre la necesidad de reorganizar el sistema de transporte dominicano y la importancia de sostener un diálogo serio y abierto que permita identificar oportunidades para mejorar la situación actual.

Ambas entidades consideraron importante acompañar al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) en su misión de procurar el correcto funcionamiento del sistema de movilidad, transporte terrestre, tránsito y seguridad vial, y de que haya una correcta regulación. Están dispuestos a aportar su experiencia en la elaboración de los reglamentos.

Este acercamiento es una muestra de que aún, a pesar del incumplimiento de sentencias, derecho de circulación, a la libre elección y de taponar entradas a puertos, calles y autopistas porque sólo ellos pueden transportar la carga, hay una luz encendida para encontrar el camino correcto.

De buenas intenciones pueden estar forradas las peores causas. El transporte de carga, por la forma monopólica, violenta y caótica en que históricamente se ha servido, ha sido una de las principales variables anticompetitivas para los sectores productivos dominicanos. El diálogo siempre es plausible, pero cuando se trata de transportistas de carga, por más optimismo que exista, es difícil ir con toda la confianza al río.

Los transportistas de carga, que tienen derecho a trabajar y a ofrecer un servicio, aún no entienden (ni asimilan) que están obligados a competir en un mercado con otros protagonistas que estén en capacidad de ofrecer, quizá, mejores precios y calidad.

En este tema, como en otros, lo único que puede traer armonía y beneficios para todos por igual es el estricto cumplimiento de la ley. Las leyes dictan y ordenan el comportamiento humano. Si no funcionan, entonces la sociedad es más parecida a una selva.

Creer que se puede es de optimistas y el país debe creer en sus mejores hombres. Este encuentro entre el Conep y Fenatrado se enmarca en una serie de acercamientos del sector privado con las entidades del transporte para ejecutar las acciones necesarias para diseñar estrategias que permitan a este sector llevar a cabo sus actividades, respetando siempre el derecho a la libre empresa.

Hay que felicitar al Conep por su disposición de establecer canales permanentes de diálogo. Como entidad cúpula del sector privado, que por su naturaleza debe apostar a la estabilidad económica y, por ende, de los protagonistas del mercado, hace muy bien con llamar a conversar a los transportistas de carga. Sin embargo, hay que recordar que la sentencia de diciembre de 2016 fue hacer cumplir una ley, lo cual también es insólito. Pero siempre es bueno apostar por la armonía.

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